UN REGALO

Me siento mal por muchas cosas que me han pasado últimamente a nivel humano. Necesito hablar con mi alma gemela, con su etérico o su Ser. Necesito contarle cómo me siento y sentirme querida y protegida. Empiezo a hablar telepáticamente con él y me pongo a llorar. Siento que es su Ser. Enseguida él me dice que vamos a hacer la limpieza del dolor, que me va ayudar. La hacemos y me siento un poco mejor.

Cuando hemos terminado, le siento flotando por encima de mí. ¡Pero hay alguien más! ¡Reconozco a la energía del alma de mi hijo! (Hay un alma que está esperando encarnar a través de mí). Les siento a los dos flotando por encima de mí a mi izquierda. Mi alma gemela sonríe feliz por mi reacción, por mi sorpresa, por mi ilusión. Entonces me doy cuenta de que esto es un regalo del que me hablaron. Me habían avisado que mi alma gemela me haría un regalo. Mi alma gemela me mira nuevamente feliz de verme feliz y de que me haya dado cuenta de que ése es mi regalo. Ha traído a mi hijo para que yo me sienta más feliz y reconfortada.

Mi hijo empieza a hablarme. No recuerdo sus palabras, pero me hablaba de que él iba a traer brillo a mi vida.

Ahora mi alma gemela me dice que me concentre, que me van a dar energía. Dice que van a cubrir de Luz los espacios huecos que han dejado esas emociones negativas que he sacado. Me explica que todavía faltan por sacar, pero que de momento, con su amor y su energía van a llenar los huecos y también en cierta forma, ayudar con la energía negativa que aún está por salir y por limpiar. Me avisa que va a ser una energía elevada y que tal vez me maree. Dicen que yo sólo me concentre y me abra a recibir su energía, que no me preocupe de si siento o no siento algo, o de si veo o no veo algo. Mentalmente digo: “Me abro a la energía y el amor de mi hijo y de mi alma gemela para que sanen en mí aquellas partes que deben ser sanadas”.

Me concentro, respiro. No siento nada pero sé que ellos están actuando. Sé que están concentrados. Yo no tengo expectativas de sentir nada, sólo me abro a esa energía. Pasa un buen rato y entonces empiezo a sentir un movimiento fuerte de energía por mis brazos que luego se extiende por mi cuerpo. Me siento feliz. Empiezo a sonreír. Al cabo de un rato siento como si me elevara, como si flotara de tanta energía. Siento paz. Reconozco este estado. Hacía mucho que no lo sentía, pero lo reconozco. Es tan bonito sentirse así.

Entonces me dicen que van a ponerme unos sellos. Dicen que son unos sellos que se graban en mi cuerpo etérico. Veo que me los ponen en la zona superior, uno a cada lado de la cabeza. Dicen que esos sellos activan unos códigos en mí, unos códigos de evolución y que eso repercutirá a nivel humano en mí en el sentido de que me sentiré mejor y de que mi acercamiento con el humano de mi alma gemela mejorará.

Pasa un buen rato y me dicen que ya están acabando. Al poco tiempo se despiden. Yo no quiero que se vayan, pero tengo que ir a hacer unas cosas. Quiero levantarme pero no puedo. Es tan hermosa la energía que siento, que de no ser porque me tengo que ir, me pasaría una hora entera tumbada disfrutando de esa sensación. Ellos mismos me dicen que me quede un ratito más tumbada para acoplar esa energía, pero que luego ya me levante, que ellos quieren que yo siga con mi vida 3D, que ya saben que vivo entre dos mundos y que debo abrirme a los dos mundos, pero equilibrándolos.

Cuando ya voy a levantarme, empiezo a sentirme muy feliz. Es como si mi Ser estuviera conmigo. Veo al Ser de mi alma gemela. Me mira con sus ojos de amor. Se acerca a mí. Parece como si fuese a abrazarme, pero en realidad la sensación que siento es más cercana a la fusión que a un abrazo físico. No me habla, pero siento que me dice: “Tú y yo. Yo y tú”. Es una sensación maravillosa.

De esta manera ya me despido de él y me levanto.

Aura

16-6-11