NUESTRO REENCUENTRO

Fue un 3 de abril. No obstante, días antes ocurrieron unos hechos que nos llevarían precisamente a ese reencuentro.

Por aquella época yo me encontraba con bastante desequilibrio emocional. Había tenido varios intentos de relaciones frustrados y no podía entender que todos fracasaran. Me encontraba una noche desesperada golpeando mi cama con rabia, dolor y amargura, cuando sentí dentro de mí que era imposible que no existiera nadie adecuado para mí. Supe, con esa sabiduría que sólo tiene el alma, que debía existir alguien que me quisiera de verdad y me comprendiera. Casi sin darme cuenta me vi pronunciando estas palabras: ¡¡¿Dónde estás?!! ¡Sé que existes! ¡¡¿Por qué me has dejado sola?!!

Después de un rato, tuve una visión, aunque en ese momento yo no fui consciente de que se trataba de eso. Vi en mi cuarto a un hombre. Se encontraba dentro de una esfera y sólo le veía de la cintura para arriba. Parecía tener la cara tapada. Sentí que ese hombre estaba muy preocupado por mí y había venido a cuidarme. Alguien se acercó a él y dijo que se encargarían de mí, pero él dijo que quería encargarse personalmente. Sentí mucho amor y mucha preocupación de ese hombre hacia mí. Ese sentimiento alivió mi amargura y me dormí.

A los pocos días de aquello, vino una persona a mi casa para hacer unas reparaciones. Cuando terminó de hacerlas, nos pusimos a hablar y no puedo describir lo que sentí. Había una emoción muy intensa en mí, un cosquilleo recorría todo mi cuerpo y me sentía muy feliz. Por su parte, yo veía que él estaba muy interesado en mí. Hablamos durante hora y media, y eso que él estaba en horario de trabajo y tenía que visitar varios domicilios. En uno de esos momentos de la conversación, él me miró fijamente, con una mirada muy profunda y sentí que me decía sin hablar: "Quiero conocerte, aunque ya te conozco".

Al día siguiente me buscó. No logró contactar conmigo hasta varios días después. Quedamos, conversamos y él me dijo que quería saberlo todo de mí. Yo no sabía lo que estaba pasando, pero sospechaba que habíamos vivido juntos otras vidas y por eso estábamos sintiendo aquella afinidad, aquellas sensaciones tan raras.

Pasados unos días nos volvimos a ver. Él me dijo que al verme el primer día había sentido que volvía a casa, que yo era suya, que no sabía por qué, siempre había tenido que dejarme sola, pero que esta vez no lo haría. Entre nosotros había mucho amor y teníamos muchas ganas de estar juntos.

Semanas más tarde, yo empecé a intuir que había algo grande entre nosotros, que había una conexión especial que iba más allá de haber vivido juntos otras vidas. Por aquel entonces, él estaba muy conectado con su parte espiritual. Había veces que cuando me hablaba parecía un ángel. Le pregunté directamente qué éramos "allá arriba" y me contestó: "Yo soy tu mitad. Somos almas gemelas".

Tiempo más tarde me confesó que antes de conocerme él había estado soñando con una persona a la que quería mucho y que estaba sufriendo. Ése día que llegó a mi casa para hacer las reparaciones, los guías le habían avisado que yo era esa persona, que era su "mujer". También me contó que él había pedido entrar en mi vida para ayudarme. Sus guías le habían avisado que todavía no era el momento y que no podía quedarse conmigo, pero él insistió haciendo uso de su libre albedrío.

En aquellos días yo me di cuenta que el hombre que había visto en mi visión era él.

Quisimos estar juntos como pareja, pero no nos dejaron. Se sucedieron una serie de circunstancias en las que cada vez que queríamos unirnos, nos separaban. Con el tiempo, empezaron mis contactos con los guías, y ahí fui comprendiendo por qué nos estaban sucediendo todas esas cosas y cómo debíamos ir enfocando nuestras vidas. Tardé mucho tiempo en empezar a tener una visión espiritual de la situación y en empezar a aceptar que debía ser así. Incluso hoy día, a pesar de toda la información que tengo, me cuesta.

Aura

3-4-10